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Cómo pasé de observar el cielo a simple vista a fotografiar una galaxia

Publicado en Astrofotografía.

Nunca hubiese pensado poder fotografiar algo tan lejano, ni más ni menos a 2.537 millones de años luz de la tierra. Pero bueno empecemos por el principio. Siempre me había interesado la astronomía, la existencia de otros mundos, galaxias lejanas, coloridas nebulosas y como no las historias que se encuentran detrás de cada constelación.

En Navarra tenemos la suerte de contar con un planetario al que todos hemos ido de excursión alguna vez de txikis, pero no fue hasta hace un año cuando realmente me planteé volver a visitarlo. Las imágenes que aparecen en su cúpula trazadas por ese antiguo proyector analógico son simplemente impresionantes: las estrellas y demás cuerpos celestes parecen cobrar vida y las personas que se encargan de llevar a cabo las sesiones hacen que te sumerjas en el mundo del espacio como si fueses otra estrella más del firmamento. Es muy bonito asistir a una de estas sesiones y se aprende mucho, pero algo me faltaba. Investigué y descubrí que en Navarra también existe un observatorio astronómico, el de “Guirguillano”. Tuve la suerte de descubrir que también realizaban alguna que otra visita guiada para grupos reducidos y me apunté. La idea era recorrer las instalaciones, cenar para esperar a que oscureciese y realizar una posterior observación. A la hora de la cena, de repente, comenzó a llover y la gente desanimada ante esta situación se marchó a su casa. Yo entre tanto estuve charlando con las personas que dirigen este observatorio y con un trabajador del planetario que esa noche allí se encontraba. Tras la lluvia, como por arte de magia todas las nubes desaparecieron y el cielo se tornó negro con miles de estrellas brillantes invitándonos a dirigir la mirada hacia ellas. Tuve la suerte de que nos dejasen manejar el más famoso telescopio de los que allí se encuentran “Sultán”, fue entonces cuando Roberto apunto hacia algo que brillaba más que otros puntos del cielo, fijé mi vista en ese objeto a través del ocular y ahí estaba, imponente, Saturno con sus impresionantes anillos, fue entonces cuando decidí darle a la astronomía la oportunidad seria que realmente se merecía. También en Navarra contamos con varias asociaciones de astronomía y yo me apunte a una de ellas, Red AstroNavarra Sarea, cosa de la que no me arrepiento porque he encontrado gente con las mismas curiosidades e inquietudes que yo, gente excepcional con la que resuelves dudas, hablas de astronomía y además de vez en cuando te tomas unas birras y te echas unas risas.

Todo este camino recorrido desde la observación a simple vista en solitario hasta las observaciones con la asociación hizo que me picase el gusanillo de querer obtener imágenes de lo que estaba viendo. En la asociación plantearon la realización de un curso de fotografía de paisaje nocturno y me animé a adquirir una cámara con la cual hice mi primera incursión en el mundo de la fotografía de manera más formal. Capté la Luna, la Vía Láctea y alguna que otra constelación junto con algunos elementos de suelo tales como casas, molinos, etc. Pero, ¿Por qué no apuntar únicamente al cielo? ¿Podía conseguir fotografiar una galaxia? ¿Qué necesitaba? Investigué y hablé con un compañero de la asociación y vi que era posible, además de mi cámara solo necesitaba una pequeña montura ecuatorial que hiciese seguimiento de las estrellas y un intervalómetro. No voy a entrar en el proceso de tomar la fotografía, ni del posterior procesado, pero diré que no es tan difícil como parece y que si adquieres ciertos conocimientos sobre el cielo nocturno y sigues algunas pautas puedes lograrlo.

Andrómeda, por Gauberri - Gorka GaunaComo conclusión y si estás leyendo esto me gustaría animarte sobre todo a que, si te gusta la astronomía, busques información sobre asociaciones donde poder resolver todas tus dudas y hablar con gente que estará encantada de ayudarte. Pero sobre todo te aconsejo que tengas mucha paciencia, esta afición sigue un proceso de desarrollo arduo y es muy fácil tirar la toalla, pero si tienes constancia y ganas de aprender, las alegrías y satisfacciones que te encontrarás por el camino serán enormes. Yo personalmente cuando capté la imagen de Andrómeda por primera vez con mi cámara réflex quedé alucinado.

Gorka Gauna
Socio de Red AstroNavarra Sarea

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